Todas las voces deben ser escuchadas. Corporación Compromiso capacita comunicadoras campesinas


 

Nota original en: https://www.diakonia.se/es/donde-trabajamos/colombia/todas-las-voces-deben-ser-escuchadas/

"Es importante que nos escuchen, que haya noticias de diferentes partes del país porque en los grandes medios, es como si nosotros en el campo no existiéramos", dice Yadira Garnica Carrillo, quien ha participado en la Escuela de Comunicaciones de la Corporación Compromiso y que ahora junto con otras diez mujeres, está desarrollando un programa radial de noticias desde sus comunidades.

“Queremos que la gente abrace la diversidad y la riqueza cultural que existe en las zonas rurales de Colombia. Tener canales para contar sus realidades e historias, es una forma de crear pertenencia”, dice Eduardo Ramírez Gómez de la Corporación Compromiso, quien coordinó el proyecto.

La Corporación Compromiso trabaja para visibilizar y apoyar a las personas en las zonas rurales del nororiente de Colombia. Durante los últimos 10 años ha acompañado comunidades campesinas y urbanas especialmente en los municipios de Piedecuesta, San Vicente de Chucurí y Bucaramanga. “Impulsamos procesos sociales de autonomía y seguridad alimentaria, economía campesina y defensa del derecho de las comunidades a permanecer en sus territorios”, cuenta Eduardo Ramírez Gómez.

Visibilizar las problemáticas de los municipios

La escuela de comunicaciones se realizó con el apoyo del Programa Colombia de Diakonia Suecia. “Los participantes aprendieron los fundamentos de la comunicación popular y comunitaria y se fortalecieron conociendo mejor las capacidades y fortalezas de cada uno”, explica Nils Naumann, periodista y uno de los capacitadores de la escuela. “Gracias a las comunicadoras populares que capacitamos en la escuela hoy en día las problemáticas y los procesos sociales que se realizan en los municipios participantes son más visibles.” Este viernes, 13 de noviembre, la Corporación Compromiso entrego las certificaciones de la Escuela de Comunicaciones a los participantes.

Yadira Garnica Carrillo vive en una finca caficultora en San Vicente del Chucurí. Cuenta, que ha participado en diversas actividades que la Corporación Compromiso ha desarrollado en los últimos años en su vereda, pero la escuela de comunicaciones ha sido muy especial para ella: “Me alegré mucho cuando me enteré del curso porque yo desde pequeña siempre quise ser comunicadora, era como un sueño frustrado.”

Cuando se ordenó cuarentena estricta en Colombia debido a la pandemia del coronavirus, la Corporación Compromiso decidió realizar su escuela de comunicaciones por radio, en línea y por teléfono para proteger a los participantes y los capacitadores. “Me impresionó la creatividad de las participantes y la verraquera con la que enfrentaron las dificultades que nos causó la pandemia”, enfatiza el capacitador Nils Naumann.

Conocer capacidades escondidas

Muchos de los participantes como Yadira no tienen acceso a internet en sus casas. Para enviar las tareas, Yadira ha tenido que viajar dos horas para conseguir un computador con conexión a internet. “A pesar de las dificultades he aprendido mucho: cómo hacer entrevistas y reportajes, por ejemplo, y cómo identificar noticias falsas, ha sido una experiencia muy bonita”, cuenta Yadira.

Nelcy García Archila, quien también participó en la escuela y quien también vive en una vereda de San Vicente del Chucurí, dice que ha aprendido muchas cosas nuevas y que el proceso también le abrió los ojos a habilidades que no sabía que tenía: “Pensé que me ayudaría a saber cómo promocionar los mercados campesinos, pero he aprendido a explorar cosas que no sabía y conocer capacidades que tenía escondidas. Nunca me imaginé que podía ser presentadora porque no me gustaba mi voz.”

Alicia Hernández, vive en una vereda de Piedecuesta donde la Corporación Compromiso también trabaja con la población rural. Alicia cuenta que ella se incentivó a participar porque quería probar algo nuevo: “Decir que me he sentido muy bien es poco, me he sentido excelente y me ha motivado a investigar y a aprender.”

Realizar el Informativo Campesino

Al finalizar la escuela de comunicaciones de la Corporación Compromiso, los participantes recibieron una oferta para realizar su propio noticiero semanal en la emisora San Vicente Stereo. Yadira, Alicia y Nelcy son tres de las once mujeres que decidieron participar. Por las dificultades presentadas por las restricciones, han coordinado todo su trabajo por Whatsapp. Envían los clips de audio a Nelcy, quien es la que tiene mejor conexión a internet, y su hija les ayuda a editar todo a un programa completo. Luego lo envían a la emisora. “Es un poco curioso que estamos haciendo un programa juntas pero que nunca nos hemos conocido en persona. Son cosas que pasan por la pandemia”, dice Yadira.

Antes del primer programa, ninguna de las participantes quiso dar el paso a ser presentadora. Nelcy, quien antes no le gustaba su voz, decidió hacerlo: “Hice los dos primeros programas porque nadie más se atrevía.  Al comienzo me sentía nerviosa pero lo más bonito de todo lo que hemos aprendido fue darse cuenta de que uno puede, uno se propone algo y lo puede hacer, y saca lo mejor de uno.”

En los 14 programas semanales que han desarrollado hasta la fecha, han hecho noticias sobre los derechos de las mujeres, las fuertes tormentas que han golpeado la región y sobre problemas con obras viales que no se han terminado y que limitan el acceso a sus territorios, entre otros. “Es importante hablar de las problemáticas del territorio porque en los grandes medios es como si nosotros en el campo no existiéramos”, enfatiza Yadira.

Planificar el futuro de la comunicación campesina

Muchos de los vecinos de las mujeres han escuchado el programa. Alicia cuenta que han recibido reacciones muy positivas: “La gente se muestra sorprendida porque a mí me gusta participar en el programa a pesar de que yo ya tengo mis añitos. Mis hijos están motivados a escucharme, dicen que es muy bueno que no me ponga aburrida”, cuenta riéndose.

A pesar de que muchos aplauden su trabajo Yadira cuenta que todavía se siente un poco extraño escuchar su propia voz en la radio: “Está mejorando, pero al principio era muy difícil. Ahora tengo más confianza en mí misma. Uno se siente como importante cuando participa en algo como esto. Se siente muy bien que la gente escuche mis entrevistas.”

Ahora Alicia, Yadira y Nelcy esperan poder tener la posibilidad de hacer el programa directamente desde la emisora: “Sería muy bonito poder hacer un programa en vivo y poder invitar a las personas que queremos entrevistar”, dice Nelcy.

 Y a conocerse en persona, por supuesto. 

 

Nota original en: https://www.diakonia.se/es/donde-trabajamos/colombia/todas-las-voces-deben-ser-escuchadas/

Texto adaptado para publicación en Medios Compromiso.

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