El 2 de junio de 1965, fue
instituido el día del campesino, en el gobierno de Guillermo León Valencia, con
la finalidad de reconocer la labor de las familias campesinas en la producción
del alimento para los colombianos.
Esta celebración se ha venido
desdibujando, desvaneciendo; hoy solo en
algunos municipios lo celebran de una manera digna, y en otros municipios los
alcaldes lo aprovechan para hacer politiquería regalando machetas, botas,
azadones y picas, sin una verdadera política pública que promueva la economía
campesina.
El Día del Campesino debe de
recuperarse, debe de recuperarse la dignidad de los campesinos, que por años
han sido maltratados por la ausencia de políticas públicas agrarias, por el
olvido estatal, por la violencia de todos los grupos armados, incluyendo la
fuerza pública colombiana, que en el pasado PARO AGRARIO, golpeó salvajemente a
los campesinos que se encontraban en las concentraciones y en los puntos de
protestas.
El Día del Campesino debe ser
un día para realizar foros, encuentros campesinos, donde nosotros reflexionemos
sobre las grandes problemáticas del campo. “Las carreteras de los campesinos
son trochas y caminos de herradura, se desvían los presupuestos haciendo unas
alcantarillas y unos metros de placa huella; solo hay asistencia técnica y
ayudas para los que votaron por los alcaldes de turno, para la politiquería; en
muchos municipios regalan semillas que no nacen, que son de otros climas;
regalan pollitos enfermos y gallinas viejas; muchos campesinos no tiene agua,
mueren de sed con sus plantas y cultivos.
Campesinos y campesinas
recuperemos nuestra dignidad, no nos dejemos utilizar para la politiquería y la
corrupción. Organicémonos, trabajemos de manera comunitaria, haciendo las reflexiones
necesarias para resolver nuestros problemas. Construyamos organizaciones de
base para ayudarnos en la producción; seamos solidarios entre nosotros mismos,
compartamos semillas y nuestros éxitos en los cultivos. Organicemos la
comercialización de los productos, y la compra de nuestros insumos. Sembremos
semillas nativas, no sembremos semillas transgénicas y de multinacionales;
arreglemos los caminos de manera comunitaria; cuidemos nuestros acueductos
veredales.
Si el gobierno y las alcaldías
nos tienen olvidados, por su politiquería y corrupción; no nos olvidemos entre
nosotros, no olvidemos nuestros vecinos y nuestros compañeros. Entre los
campesinos debe existir el principio de la solidaridad. Todos debemos ayudarnos
para no permitir la politiquería; para no permitir que se roben los recursos
públicos que le pertenecen a los campesinos. Debemos sacar estos politiqueros
de nuestras regiones, debemos defender nuestros territorios de las mineras,
petroleras y de los que se roban el agua. Si somos campesinos y somos
solidarios todos debemos participar en la defensa del territorio, en las
luchas, en el Paro Agrario.
Corporación Compromiso- Mesa Regional
Agropecuaria.
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