En la marcha por la defensa del agua y del páramo de Santurban participaron 20 mil personas que a las tres de la tarde se congregaron en la puerta del sol, estas personas pertenecientes a procesos sociales, organizaciones sociales, colegios, universidades, instituciones y Ong’s se desplazaron gritando consignas como ¡Defendamos el agua! ¡Defendemos el páramo de Santurbán! ¡Agua si oro no! dejando clara su preocupación por las actividades que desarrollan empresas mineras extranjeras en territorio del páramo de Santurban, que proporciona el agua que municipios como Bucaramanga utilizan todos los días.
Según los participantes en la marcha las explotaciones que se hagan en estos territorios en busca de oro utilizando cianuro, necesariamente afectaran los ecosistemas generando pobreza y ponen en peligro la vida de comunidades.
La minería subterránea que implica no solo explotación, sino su fase inicial que es la exploración, resulta en extremo dañina para los ecosistemas frágiles como son los páramos, según afirmaron participantes de la marcha.
Igualmente expresaron que la minería subterránea que se pretende realizar por las grandes multinacionales, atentará contra los recursos hídricos y que esta lucha tiene que ver más con asegurarle a las futuras generaciones el acceso a estos recursos hídricos, en condiciones acordes con el respeto a la naturaleza. Por ello la marcha fue una expresión de exigencia al Gobierno Nacional, para que realice una suspensión inmediata y total de la actividad minera en el páramo de Santurbán.
Los participantes recordaron que si bien la reforma al Código de Minas, en vigencia desde 2010, prohibió la actividad minera en zonas de páramo. Se conoce de manera oficial que, en Vetas y California hay en este momento cerca de cinco grandes empresas mineras haciendo labores de exploración como: AUX, Eco Oro (antes Greystar), CB Gold, Calvista y Galway Resources. Recordaron que en la zona de Vetas y California, se encuentran 8 mil 470 hectáreas del Páramo de Santurbán.
Una característica que los manifestantes declararon es que la autoridad ambiental ha sido condescendiente y flexible en la vigilancia de la actividad minera por no declarar la zona como Parque Regional Natural, proceso que lleva más de dos años en estudio del Consejo Directivo de la CDMB.
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