Jorge Velosa. El canto popular


Entre coplas cuentos y notas de humor, el maestro Jorge Velosa deleitó con su ingenio y sabiduría, a líderes de organizaciones sociales, campesinos y habitantes del barrio La Joya en el II Festival Campo - Ciudad  realizado en Bucaramanga del 18 al 20 de Diciembre.

Este encuentro que contó con variada programación, fue una de las expresiones culturales que entre color alegría y esperanzas vienen realizando diferentes organizaciones sociales en todo el territorio nacional para expresar las diferentes problemáticas que están afectando a campesinos y pobladores urbanos en diferentes aspectos socioeconómicos.


Se encontraron en este festival campo  ciudad,  todas las organizaciones que trabajan en la Red Agroalimentaria, en la Mesa Ambiental, en el Comité de Defensa del Paramo de Santurban, liderados por Fundaexpresion, Censat, Compromiso, La Escuela Agrocoecológica, La Casa Cultural El Solar y el Consejo Comunal del Barrio La Joya. Participaron la delegación de ACIN del Cauca y la delegación de la Red Juvenil de Medellín y ASOPROA  de Oriente Antioqueño. Llegaron delegaciones de otros tres pueblos indígenas de Colombia, campesinos y campesinas de todas las Provincias de Santander y de diferentes rincones del país, ambientalistas y universidades de toda Colombia. También se contó con  visitantes de Costa Rica y Venezuela.

Problemáticas analizadas en este festival.

La política minera y energética.
La política minera y energética impulsada por los últimos gobiernos potencia un modelo extractivo que implica un cambio drástico en el uso del suelo y que choca con los planes de vida de comunidades indígenas, campesinos, pescadores y afrodescendientes que ancestralmente han habitado y conservado el equilibrio en sus territorios, poniendo en riesgo la sobrevivencia de diversas especies, la disponibilidad de agua para consumo humano, las formas de vida y sobrevivencia de comunidades urbanas y rurales.

Es así como diversos proyectos de gran envergadura como represas, plantaciones para
agrocombustibles, explotaciones mineras, intensificación de la actividad petrolera, construcción y ampliación de puertos, vías y proyectos de interconexión eléctrica entre otros, se encuentran en curso y planeación, o ya han sido construidos, en el marco de una la política orientada por los lineamientos de la Banca Internacional, bajo el supuesto de garantizar el crecimiento económico y demanda de materiales y energía que el país requiere en el corto y mediano plazo, pero que no corresponden a los intereses ni necesidades de los pueblos afectadas por tales emprendimientos.


 
En general, los megaproyectos minero-energéticos causan más impactos negativos que beneficios. En Colombia miles de personas son víctimas directas del desarrollo al ser desplazadas forzosamente e involuntariamente, al tiempo que se degrada el ambiente, la cultura y tradición de diversos pueblos, agudizando la problemática socioambiental en todo el país; el modelo adoptado atenta contra la identidad y formas de vida de los pueblos y comunidades que habitan el territorio colombiano, factor preponderante en la agudización de la desigualdad.

 
Por tanto, frente a este escenario, el Movimiento Colombiano en Defensa de los
Territorios y Afectados por Represas “Ríos Vivos” convoca a los diversos sectores de la sociedad a confluir en el espacio denominado Panel Nacional Itinerante Política
Minero-Energética y sus Conflictos en Colombia en busca de socializar estudios e investigaciones, debatir posturas, y analizar soluciones y alternativas con relación a la manera de ocupación de los territorios en torno a los proyectos mineros y energéticos.


 
Mi vereda parece un pesebre
hay casitas en todo lugar,
allá’rriba vive mi abuelita
y por all’abajo vive don Pascual.
Hay Rodríguez, Buitragos, Guerreros,
Ruices, Castellanos, Torres por doquier
y Marías, Auroras, Carmelas
y otros cuantos lindos nombres de mujer.
ESTRIBILLO
Y de arriba’abajo, la abraza un camino
por el que pasamos, to’los campesinos,
lleno’e florecitas de mucho color
y’onde yo me pongo mis citas de amor.
En los montes, potreros, quebradas
mil conversas se dejan oír,
por allá una mirlita se anuncia
y un mirlo en su canto le dice que sí,
Hablan toros, ovejas, marranos,
burros, vacas, bueyes y ahora en el corral,
un gallito corre a su gallina
pero ella no quiere dejase alcanzar.
ESTRIBILLO
A pesar del machete y el hacha,
todavía se pueden mirar
arrayanes, alisos y robles
y tal cual bonito palo’e guayacán,
encenillos, ayuelos, mortiños,
helechos, laureles y hasta pa’jugar
pu’ai se topan pepitas de chocho
de santamaría y turras de ocal.
Mi vereda parece ir de fiesta,
su vestido está lleno de luz,
de luz verde, amarilla, violeta,
y en veces rojita, y en veces azul,
porque el trigo, el maicito, la papa,
el fríjol, la alverja y los rayos del sol
van tejiendo velas de colores,
de las mesmiticas que luce mi amor.

Porque soy un campesino
hay gente que me desprecia,
no hagan eso conmigo
que me llena de tristeza.
Por bendición o castigo
somos de la misma tierra.
Hay pela’os que en los colegios,
no me miran como humano,
pa’algunos los menos, menos,
soy un pobre campechano,
pero aunque nos distanciemos,
yo también soy colombiano.
Hay otros que gozan mucho,
con mi vestir y mi atuendo,
pero yo les disimulo,
me hago el que no les entiendo,
por eso me llaman bruto,
por la nobleza que tengo.
Espero que la palabra
campesino no la pongan,
pa’ tratar a otros por menos,
si también somos personas,
que con orgullo traemos
la legumbre pa’ que coman.
Campesino por herencia
y esto a mi no me acompleja,
quisiera que fuera un canto,
pero es una moraleja,
que aunque traiga ruana e’ lana,
mi mamá no es una oveja.
Y ya para despedirme
de toditos mis hermanos,
no sin antes decirles
que nosotros respetamos
y como somos humildes,
humillados disfrutamos.



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