La campaña trabajo decente y vida digna realizó conversatorio con candidatos.


En la casa del periodismo la Campaña Departamental de Trabajo Decente y Vida Digna realizó un conversatorio con candidatos a las alcaldías del área metropolitana  de Bucaramanga y la gobernación de Santander sobre el tema  del empleo y la informalidad, asunto de interés público en las políticas locales y del Departamento de Santander.

Al conversatorio asistieron los candidatos a la alcaldía de Bucaramanga Martha Pinto y en la parte final del evento Luis Francisco Bohórquez, asistieron igualmente Luis Enrique Mantilla González en representación del candidato a la gobernación Luis Fernando Cote Peña, Pablo Emilio Gelvez en representación de Jhon Ramirez candidato al a alcaldía de Girón y Germán Orduz Cabrera  candidato a la alcaldía de Floridablanca.
 
El conversatorio convocado por la Escuela Nacional Sindical, CGT, la CUT y la corporación Compromiso presentaron a los asistentes y candidatos, una síntesis de la investigación Una política de Trabajo Decente para los municipios del AMB de Bucaramanga y Santander.
En El conversatorio se analizaron estadísticas y especialmente se desarrolló la idea de ¿Cómo es un trabajo decente? Estable y sin explotación. Ese fue el concepto general que expresaron los trabajadores en las calles de Bucaramanga. A partir de la investigación realizada y que fue presentada a los candidatos y candidata  reunidos en este conversatorio. 
 
Algunas ideas presentadas en el conversatorio.

Si, como dicen, todo trabajo es digno y una de las acepciones que ofrece la real academia española para la decencia es la dignidad, ¿por qué la campaña por trabajo decente en Santander? ¿Por qué las organizaciones sindicales hablan de formular una política pública de trabajo decente para los municipios del AMB y el departamento de Santander?
La cuestión surgió en el grupo de trabajo sobre trabajo decente que se ha conformado en Bucaramanga con la Corporación Compromiso, la CUT y la CGT. El cual es apoyado por la ENS, la OIT, medios de comunicación, empresas y universidades en todo el país.
Según Juan Manuel Higuita Palacio, subdirector de Prospectiva de Ciudad en Medellín, asuntos como la flexibilidad laboral para las mujeres, la discriminación por orientación sexual y la exigencia de tanta experiencia para acceder a un puesto de trabajo, fueron puntos que motivaron el lanzamiento de esta campaña.
También la informalidad, la falta de vinculación directa a las empresas y los obstáculos para pertenecer a sindicatos, agrega Juan Bernardo Rosado, director de comunicación pública de la Escuela Nacional Sindical.
 
Recorrimos el centro y encontramos que, para muchos trabajadores informales, como vendedores ambulantes, lustrabotas y músicos, trabajo decente es, simplemente, el que permite ganarse la “papa” sin hacerle daño a nadie.
Eso sí, informales, formales, independientes y desempleados coinciden en que en un trabajo decente hay justicia para patrón y empleado, estabilidad, y a la persona se le trata como ser humano y no como una máquina.
Gloria Rodríguez, por ejemplo, lleva 5 años vendiendo comidas rápidas en una  calle del centro, si de mejorarle su trabajo se trata, solo le pide a la administración que le siga permitiendo sacar su carrito a la calle todo el día.
A 20 metros de ella se ubica un morenazo que, con su carreta de venta de frutas, donde abundan los pitos, los frenazos y el esmog. Es Arsenio Montes, que llegó de la costa y se instaló ahí hace tres años. Siente que su trabajo sería más decente si tuviera seguridad social.
Seguimos bajando por la calle 35 – paseo del comercio  - y nos encontramos con una vendedora de minutos de celular que, como es empleada, pidió no revelar su nombre: “los 18 mil pesos diarios que esto me deja me dan la comida, pero faltan las prestaciones”.
 
Por su parte, Sandra Mantilla y María Gómez, empleadas de una empresa de repostería, afirman que su trabajo es decente porque les ofrece estabilidad, “todas las prestaciones sociales y la remuneración es acorde con las horas laboradas”.
Situación diferente vive Nicolás Zapata, un lustrabotas que, en 17 años de “camello” no ha parado de sufrir porque cada jornada tiene que ganarse “20 lucas, para pagar 12 de arriendo más la comida y que quede alguna cosa”. Por ello pide más tolerancia de las autoridades para desempeñar su labor con tranquilidad.
Esta es la sensación ciudadana sobre el trabajo decente.
Tras este diálogo con los ciudadanos, los impulsores de esta campaña le queremos presentar a los candidatos a la alcaldía de los municipios del AMB y Gobernación de Santander el panorama actual que afecta a miles de santandereanos con la urgencia por una política pública de trabajo decente.
De acuerdo con la OIT, la idea es alcanzar excelentes iniciativas de empleo y trabajo decente con nuevas prácticas en las empresas, asociaciones de trabajadores e instituciones públicas, de modo que la realización del ser humano y la competitividad de las empresas no se excluyan sino que se complementen. Sin duda esta es otra forma de entender los derechos ciudadanos, la democracia, la participación y el desarrollo.
Descargar informe aquí.

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