Boletín Número 3 Las Auroras



Editorial del boletín Las Auroras

El próximo 30 de Octubre, es una fecha muy importante porque los ciudadanos y ciudadanas de Santander (y en todo el país) eligirán  gobernador, alcaldes, diputados y concejales, responsables de dirigir los destinos del departamento y los municipios, que no es otra cosa que procurar diseñar e implementar las políticas públicas y programas que resuelvan las problemáticas que viven las diferentes comunidades o grupos sociales, generando así condiciones de bienestar que dignifican la vida.

Para las mujeres en general, y en particular para las mujeres víctimas del conflicto armado, elegir bien se convierte en una decisión trascendental. La cual se complementará con la incidencia y la gestión que como organizaciones logren realizar con los(as) funcionarios públicos elegidos para que en el Plan de Desarrollo del departamento y en el Plan de Desarrollo del municipio, que se construyan en el 2012, queden incluidas las políticas públicas que restablezcan los derechos de las mujeres víctimas y sus comunidades.

Y es que elegir bien significa: votar por personas decentes, honestas y transparentes; que tengan propuestas claras y concretas para solucionar los problemas que la gente vive en el municipio o el departamento. Es decir que ofrezca soluciones y no promesas; que respeten y valoren a las mujeres; que no se aprovechen de la pobreza y las necesidades de la gente para “comprar” conciencias dando limosnas, que solo insultan la dignidad de las personas.

Las mujeres y los hombres víctimas del conflicto armado, con quienes la sociedad y el Estado mantienen una deuda, que exige acciones de verdadero restablecimiento social y económico y procesos de VERDAD, JUSTICIA Y REPARACIÓN y NO REPETICIÓN no pueden seguir eligiendo ‘politicones’ que se acuerdan de la existencia de la población víctima cada cuatro años y solo los ven como ‘un tesoro’ en época de elecciones, pero que además despilfarran el presupuesto público, y cuando no, se lo roban.

Elegir corruptos es un mal negocio. Porque por cada tres pesos que ‘regalan’ a los pobres embolatan millones que pudieran ser utilizados para resolver los problemas graves que viven las comunidades, o evitar otros invirtiendo en  educación, ciencia y tecnología; creando escuelas deportivas, empresas, incrementando la producción del campo, pavimentando vías, construyendo, dotando y sosteniendo hospitales y puestos de salud; implementando programas para erradicar todas las formas de violencias contra las mujeres, los jóvenes, los niños y las niñas, entre otras muchas ideas que pudieran realizar y para las cuales abría plata si no hubiera corrupción, es decir si no se eligieran corruptos.

Desde el lugar de la Red Departamental de Mujeres Víctimas “Las Auroras”, la invitación es a no permitir más manoseos y a hacer valer la dignidad que como personas cada una, cada uno posee. A votar en conciencia y a elegir sin presiones. A proponer más que a escuchar propuestas. A sumar esfuerzos para hacer visible la “Agenda de las mujeres víctimas del conflicto armado”, como una propuesta integral para lograr condiciones de vida digna.

Se requiere entonces, trabajar juntas para que a una sola voz y en todos los espacios de debate público las mujeres víctimas rescaten el valor de su voto  como las ciudadanas que son y se  hagan escuchar, reclamando bienestar y no migajas.

Comentarios