Más de 200 mil personas en la calle se hicieron sentir… “el pueblo unido jamás será vencido”.
Quedó claro que la sociedad santandereana no está de acuerdo con reformas que promuevan
políticas públicas que precaricen más la vida de amplios sectores sociales del
departamento.
Foto
vanguardia liberal- noviembre 22 de 2019.
Los municipios del área metropolitana se concentraron en
Bucaramanga, y otros municipios hicieron lo propio como: Suaita, San Gil, Charalá,
Málaga, Cimitarra, Piedecuesta, Barrancabermeja participando activamente y en
paz en el paro Nacional convocado por sectores diversos. Se movilizaron
sectores de la producción, pequeños empresarios, los sindicatos federados en la
CUT, la USO, SES-FECODE, las organizaciones de mujeres, estudiantes de
secundaria y de las distintas universidades del Área Metropolitana, las
iglesias, representantes de la economía informal, amas de casa, campesinos
productores de la economía campesina, organizaciones de víctimas del conflicto
armado, el comité en defensa del agua y el páramo de San turban, entre muchas
otras expresiones sociales que
concurrieron a esta magna protesta cívica
contra las políticas que se están pensando en los diferentes Ministerios
y en los gremios nacionales que aglutinan al empresariado, los bancos y las
multinacionales.
La marcha estuvo marcada por expresiones culturales y
artísticas, por consignas que hacen evidente el rechazo a las propuestas de
modificación de políticas que afectan negativamente a la población, como
salarios diferenciales inferior al mínimo para los jóvenes en el primer empleo,
reformas para modificar la edad de pensiones, las condiciones laborales y de
contratación del recurso humano, la privatización de la educación la salud, la venta de activos como Ecopetrol,
la destrucción del medio ambiente y los
ecosistemas de paramos por la gran minería y el Fracking.
Fue una marcha sin violencia, llena de amor por Colombia y el
futuro de todos y todas, fue una marcha para expresar la inconformidad el
pueblo santandereano con las condiciones de vida de la mayoría de la población:
pobreza, exclusión, precariedad, negación de acceso a salud, educación, empleo
digno y bien pago y por el rescate del territorio de todos los riesgos que
conlleva el extractivismo.
Estas manifestaciones se suman a las de América latina en las
que las mayorías de los ciudadanos sienten la exclusión y la desigualdad que
genera este modelo de desarrollo y van por que se den cambios estructurales que
garanticen condiciones de vida dignas para todos, eso es acceso de nuestros
hijos a la universidad, salud de calidad para todos, vías terciarias para uso
de los campesinos, políticas de proyección de ecosistemas como los páramos que
garantizan agua para la vida. Y el cumplimiento de los acuerdos de la habana que
garantizan la paz, evitando que se desaten de nuevos los demonios de violencia
armada.
La gran movilización en todo el país y el cacerolazo que se
desato al atardecer en Bogotá y otras ciudades es el llamo a que se discuta de
manera abierta y participativa las modificaciones que requiere el país, para
favorecer a las mayorías y no al gran capital.
POR EL AGUA Y
SANTURBÁN…VIVA EL PARO NACIONAL
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