DECLARACIÓN
Nosotros, las
organizaciones que conformamos la Alianza Colombia sin Heridas, confluimos en
torno a un interés común: la defensa de los derechos de las víctimas.
Así como trabajamos
en el pasado por la adopción de la Ley de Víctimas y Restitución de Tierras, lo
hacemos ahora para acompañar la implementación de la Ley.
Nos unen tres
convicciones comunes: 1. El apoyo a una iniciativa legislativa que devolverá no
solo tierra sino también dignidad, 2. La certeza de que solo la vía negociada
puede poner fin al conflicto, y 3. La necesidad de dar una voz a todas las
víctimas, sea cual sea su victimario.
Trabajamos con un
doble propósito: la movilización ciudadana por la defensa de los derechos y la
veeduría de la implementación de la Ley.
Estamos convencidos
de que la movilización constituye una acción política que fortalece escenarios
legítimos de interlocución para lograr un diálogo transformador en pro de las
víctimas del conflicto armado en Colombia.
En el pasado, hemos
logrado movilizaciones como las de Necoclí y Puerto Asís. ¿Para qué? Para visibilizar a las
víctimas. Lo seguiremos haciendo porque
el restablecimiento de los derechos de las víctimas es problema de todos.
De la movilizacion de
las víctimas en defensa de sus derechos surgirá el respaldo que permitirá
enfrentar a los victimarios, los del pasado y los del presente.
Como veedores, somos
conscientes de que la implementación de la Ley se ha demorado, pero conocemos
también sus logros: la participación de las víctimas en las diligencias
judiciales, el peso de su narrativa en la búsqueda de la verdad, la
recuperación de los restos de sus seres queridos, la concientización del efecto
desvastador de la violencia sexual en el marco del conflicto y las primeras
sentencias de restitución de tierras. Todavía en deuda, el Estado avanza hacia la
reparación de las víctimas del conflicto… a paso lento pero en el sentido
correcto.
Nosotros apostamos
por la institucionalidad y vemos en la implementación de la Ley 1448 el camino
para devolver la confianza de las víctimas en el Estado.
Somos conscientes de
que también el Estado ha hecho una apuesta por nosotros. Creemos que, cuando el
Estado apoya la consolidación de la sociedad civil, sin por ello acotar su
autonomía e independencia, también promueve su propio fortalecimiento.
Consideramos que, como guardianes de la Ley 1448, le
debemos al Gobierno toda nuestra franqueza en el diálogo. Así como reconocemos conquistas,
identificamos desafíos. Necesitamos más seguridad y protección para las
víctimas y más coordinación entre las instituciones del Sistema Nacional de
Atención y Reparación Integral a las Víctimas y entre ellas, las víctimas y la
sociedad.
Sabemos
que en La Habana solo se podrá pactar el fin del conflicto. Pero entendemos que
la construcción de la paz está aquí y en nuestras manos. Creemos en caminar al
lado del Gobierno y al lado de las víctimas para asegurar que el cumplimiento
de la Ley 1448 nos lleve a ella.
Permítamonos
soñar con un país en paz y una nación en reconciliación y, nosotros, en esta
Alianza, nos seguiremos esforzando para lograr una Colombia sin Heridas.
Bogotá,
febrero 19 de 2013.
La alianza Colombia sin heridas está
integrada por: Alianza Social Independiente, Asociación de
Discapacitados de Tibú, Campaña Colombiana contra las Minas, Campaña
Internacional contra la Violencia Sexual y de Género en el Conflicto, Codhes,
Corporación Compromiso, Confederación General del Trabajo, Corporación Nuevo
Arco Iris, Forjando Futuros, Fundación Restrepo Barco, Fundación Visión y
Gestión, Iniciativa de Mujeres por la Paz, Instituto Popular de Capacitación,
Liga de Mujeres Desplazadas, Partido Liberal, Fundación
Progresar, Movimiento Progresistas, Red de Mujeres Tejedoras de Vida del
Putumayo, Redepaz y Tierra y Vida.
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